21/2/17

Juegos que nos marcaron: Kingdom Hearts (2002/PS2) por Roxas


Os explico esta nueva sección. Hace tiempo me vino a la mente hacer un articulo bastante de largo de juegos que haya impactado o marcaron algo en nuestra vida o infancia. Para ello se lo pedí a varias personas (ofreciendo mi alma) y tras cierto problemas de agenda o tiempo, decidí que se creara una sección donde cada uno explicaría porque ese juego le marco (le llego al kokoro) con reseña incluida. Sin extenderme demasiado os dejo con el articulo escrito, por el antiguo top face de SW,  Roxas.

Entre los 5 finalistas a juego del año 2002 , Kingdom Hearts llegó sin hacer ruido y se fue como uno de los grandes y mejores videojuegos de la historia de la Play Station 2. Con una idea atrevida y novedosa, la desarrolladora Square Enix (entonces conocida como Square Soft) se unió con Disney para crear una de las sagas más esperadas, vendidas y destacadas de los videojuegos. ¿Por qué llegó a tantos fans y ha llegado a unos límites donde ni tan siquiera su diseñador, Tetsuya Nomura, podía imaginar? Aquí se hablará de algunas claves que tuvo el juego para cosechar tanto éxito. Y, como opinión personal, de por qué ha logrado ser uno de los mejores juegos de su género.




Una historia inicial simple, atractiva y con mucha proyección

En esta clase de juegos, la historia suele ser un factor esencial. Y en Kingdom Hearts era especialmente llamativa al ver cómo podían unir dos universos tan distintos como los de Final Fantasy y el universo Disney. Y se logró.

La historia empieza en una isla paradisíaca donde un joven llamado Sora, inexplicablemente, se aburre de la isla donde lleva viviendo toda su infancia  y decide marcharse en busca de aventuras junto a sus dos mejores amigos, Riku y Kairi. Quizás en el mundo real esto no pase, pero recordemos que estamos en otro mundo.

Tras planearlo todo, las cosas no terminan de salir como deberían, y los tres amigos acaban separados y el protagonista tiene como meta encontrar a sus dos amigos perdidos y regresar juntos a casa. Para ello, le acompañarán Donald y Goofy, un carismático dúo conocido por todos. Y junto a ellos, recorrerán muchos mundos que contarán con una temática Disney, con personajes tan conocidos como Tarzán, Aladdín, Alicia en el País de las Maravillas, Jack Skeleton o Peter Pan. Todo con el fin de encontrar a sus amigos. Obviamente no todo es un camino de rosas, ya que por el camino tendrán que hacer frente a muchos enemigos que esconden varios secretos que se revelan a lo largo de toda la saga.

Así, a grandes rasgos y sin soltar mucha cosa, es como se desarrolla la historia. Pero todo tiene su porqué, y al final del juego solo se encuentran rompecabezas con los que se trabajará durante toda la saga.

La historia del juego es bastante simple e infantil, como podía esperarse de un juego que servía de gancho para ediciones posteriores. Y logra cumplir con su objetivo. Quizás lo “malo” de esto es que el aspecto tan infantil del juego puede, en ocasiones, confundir al usuario. La situación de la trama principal es bastante crítica, pero la sensación no es tan de gravedad porque el efecto de exploración del juego hace que esa gravedad pase a un segundo plano. No es una queja como tal, pero sí que puede que la alegría del ambiente tape la emergencia con la que se supone que se debería trabajar. Este aspecto cambia totalmente en todos los juegos posteriores, ya que se nota la seriedad del asunto en cada sitio que se pisa. Sin perder la alegría, claro.



Personalmente, la historia es lo que más me gusta de esta saga de juegos. Kingdom Hearts es un auténtico quebradero de cabeza, cualquiera que haya jugado al menos a dos juegos dará fe de mis palabras. Y hablo desde el conocimiento de sagas tan confusas y profundas en este aspecto como Dark Souls. Y es que todo lo que signifique A en Kingdom Hearts, puede significar B en cualquier otro juego. Y luego significa C. Y así hasta llegar 15 años después de su lanzamiento, varios juegos más y sin entender nada. Ni la primera saga ha finalizado y las incógnitas no parecen resolverse en el siguiente título. A mí me encanta montarme teorías y mis propias conclusiones para algo que no tiene respuesta. Kingdom Hearts da horas y horas de debate absurdo sobre qué significa cualquier cosa.


Entrar por los ojos también vale

Y es que en este aspecto, Square Enix y Disney son unos especialistas. Ahora podemos observar una foto del juego entonces y encontraremos, como con todos, que los personajes estaban acartonados, que las curvas perfectas no existían, que el juego de iluminación es inexistente, y muchos más defectos. Pero lo cierto es que en el año 2002, pocos juegos podían ponerse a su altura en el apartado gráfico. Con apartados 3D no demasiado grandes, pero sí suficientes, el global presentaba un aspecto colorido y notable. Ni siquiera el Final Fantasy más reciente podía competir en este sentido. Donde sí podemos encontrar un gran “pero” es en su cámara, pues no estaba ni excesivamente bien calibrada, ni tenía la lejanía suficiente como para tener un gran campo visual en batalla. Esto se sufría cuando te enfrentabas a jefes mucho más grandes que el personaje.

Cuando me lo regalaron por Navidad por sorpresa, la portada no me llamó. Tras al menos hacer el tutorial, tenía un juego muy novedoso y que me invitaba a seguir jugando cómodamente. Visualmente era una maravilla para su época, a pesar de todo el problema que tenía Square Soft con el sistema PAL y su adaptación en occidente. Más que notable. Ahora, con la remasterización en PS3 y la que llegará a PS4 a finales de marzo, los detalles serán suavizados, pero la sensación será la misma, y se podrá apreciar. Las escenas de vídeo son exquisitas. Se disfruta mucho el colorido, y en general, la alegría del título.



Sora y Kairi en una escena animada bloqueada



No todo es ver, también vale oír

Hablando generalmente, el juego tiene una B.S.O. tremenda. En ese sentido, nunca han fallado los juegos de Square Enix, y mucho menos de Disney. Una canción como “Simple and Clean” como parte del opening fue suficiente para ver lo que nos encontraríamos a lo largo del juego en los momentos adecuados. Incluyendo una gran variedad de fondos en cada momento, cambiantes y con variedad. Incluyendo, claro, clásicos Disney. La banda sonora es esencial, y en este juego se puede escuchar un tema caribeño y alegre en una isla, así como muy siniestro en un mundo acabado, o una sintonía relajada explorando alguna ciudad. Un 10 en este sentido.


Rompiendo los esquemas de las batallas típicas

Aquí quizás entramos en algo un poco más discreto ahora mismo, pero fue sorprendente en su momento. Y es que Square Soft quiso dejar de lado el sistema de batalla por turnos o de recorrido que tenía con Final Fantasy o con algunos Dragon Quest, y se centró en un juego con una mecánica a tiempo real. Los movimientos de Sora son precisos, y el personaje va donde queremos que vaya, ataca donde queremos que ataque y esquiva lo que queremos que esquive. Esto deja como resultado unas batallas muy dinámicas, que hace que la dificultad de sus jefes se encuentre más en descubrir sus puntos flacos a la hora de identificar patrones y no en tener un sistema de daño extremadamente alto. Y es que a pesar de que el sistema de batalla pueda parecer sencillo (X para Atacar, comando de Magia, y O para saltar inicialmente), a la hora de luchar, es raro el jefe que permita quedarse sentado y dejar que le ataquen. Ensayo y error. Y es lo que más disfruto, que las batallas sean un reto a tu intuición en batalla y no solamente matemática de ataque. Se agradece mucho eso.


Diversión durante horas… O eso se dice

Kingdom Hearts es un juego muy largo si lo miramos desde el 2002. Muchas horas de juego y la posibilidad de quedarte atascado en cualquier momento. Yo mismo, sin ir más lejos, me quedé atascado 1 mes en un jefe sin mayor importancia. Recuerdo pasarme días y días atascado en el mundo de Tarzán, o en el de Hércules contra Cerbero, o incluso buscando cómo llegar hasta un jefe por una puerta escondida… Como se menciona arriba, es cuestión de encontrar el punto. Pero aunque el juego pueda ser largo, cuando la historia principal acaba nos encontramos con que no hay mucho por hacer. Sí, algún jefe secreto hay, pero no es nada que suponga horas de contenido adicional. Alguna Copa… y poco más. No es un juego que tenga un post-game excesivamente largo. Ni siquiera largo. Anecdótico. Al acabar el juego, te entrarán ganas de jugar al siguiente y seguir la historia. Poco habrá que te llame la atención del juego una vez completado.



Sora vs. Sephiroth (Final Fantasy VII) en una batalla opcional


Todo es genial cuando el juego te gusta porque sí

Y es totalmente cierto. Nos dejamos llevar por emociones y cosas que quizás otros no captan, y eso tiene mucho peso a la hora de valorar un juego. Tengo un amigo que trabajaba en una revista de videojuegos, y al final siempre me dice lo mismo: “tengo que hacer un análisis de un juego que me gustará porque sí y daré mis razones porque sí, no es una verdad para nadie salvo para mí”. Y tiene mucha razón. Podemos discutir apartados técnicos y cosas de muchos juegos, pero ese click que te hace un juego sin saber por qué, te dará tu razón sin importar lo demás. Quizás ese es el motivo por el que considero que The Minish Cap es el mejor juego de The Legend of Zelda que hay. Y me pegaréis por esto, pero es mi verdad. Más allá de rollos de todo es subjetivo, creo que hay cosas que inexplicablemente te atraen y nadie te hará cambiar de opinión. Y es aquí donde Kingdom Hearts tiene sitio.

El juego me parece una completa maravilla, tanto por jugabilidad como por historia. Una historia que se complica con cada juego nuevo que sale, y que nada es 100% fiable hasta la fecha. 2017 y sigo sin tener nada claro. Una historia que deja momentos muy cruales y duros a lo largo de todos sus juegos. También momentos muy felices y muy graciosos. En fin, una saga que tiene de todo. Y, sobre todo, hype cada vez que enciendes la consola y juegas.

Es un juego que recomiendo a cualquiera al que le gusten los videojuegos más allá de FIFA y Call Of Duty. Un juego que a simple vista no atrae, pero nada más salir del primer mundo, todo es mejor. Te crece más pelo, los caramelos duran más, los niños sonríen por las calles y los coches se detienen a tu paso. Hablando en serio, es un juego que puede enganchar a cualquier clase de jugador. Quizás lo más complicado de esto siempre ha sido seguir la saga al completo (juegos divididos en PS2, GBA, PSP, NDS, N3DS, PS3, PS4…), pero ahora, con la recopilación de PS4 donde estarán todos los juegos disponibles (salvo 2 en forma de película), seguir la saga está al alcance de todos. Si Kingdom Hearts III no iba en camino a batir records, con esta recopilación para los que quieren subirse al tren…

Conclusiones finales

Un juego al alcance de todos. Recomendado para todos. Yo os invito a que os unais al Universo Kingdom Hearts y podáis descubrir por vuestros propios medios por qué es tan genial para mí. O al menos discutir por qué no. Y con la facilidad para jugarlo actualmente, es para comprarlo sin pestañear. Un juego que ha marcado y está marcando época.

Twitter del autor: @HEELRoxas